
En los huerto
hay un ruiseñor;
canta de noche y de día,
canta a la luna y al sol.
Ronco de cantar:
al huerto vendrá la niña
y una rosa cortará.
Entre las negras encinas
hay una fuente de piedra,
y un cantarillo de barro
que nunca se llena.
Por el encinar
con la blanca luna
ella volverá.
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